
Todos los años suelo fotografiar la Luna de julio, y este año... zaaasss... hubo suerte. Cuando ya parecía que despegaba del monte, entre escobas y zarzas apareció la silueta de un viejo lobo (en Cantagallo hay quien piensa que es un perro, yo me niego a creerlo, eso me mataría el encanto de la foto y los cuentos para mi hija).
Equipo usado:
Nikon d300s
Objetivo Nikkor 70-300 VR
F-10
velocidad 1/250 seg
Medición puntual
compensación +1,0
Iso 200
recortada a 1:1