
Mañana de compras, tarde de paseo y exposición, ese fue el plan de pasado
sábado. No se porque será pero hay días que
acompañan a hacer unas cosas y días que acompañan a otras, el
sábado fue uno de esos, en que apetece pasear tranquilos por las calles de Salamanca,
mezclandose entre los turista.

Disfrutando de tu hija... ¡si! parecerá una memez, pero me encantó poderla llevar a la universidad, hacerla una foto en el Patio de Escuelas ,vestida de colegiala. Verla curiosear entre los visitantes a la exposición de Antonio Varas.
Algunas veces me parece
increíble las cosas que hace y dice esta
pispiaja con solo 20 meses ( no es capaz de pasar 2 horas sin el "
petete"como dice ella, pero sabe que su papa hace fotos en bodas a novias).
También hay que admitir, que a causa de sus nuevos horarios de guardería, a las 8 de la tarde tiene un sueño que no se aguanta, con lo cual nos tuvimos que ir enseguida para casa. No pudiendo admirar con
detenimiento la
colección que Antonio tiene estos días en la Sala de exposiciones de la Salina.

Una vista fugaz, que no quedo tiempo para charlar con el artista ni con María su mujer, pero si
dio tiempo a hacer un retrato
rápido de
Toño. Lo pondré esta semana aquí en el blog.

De vuelta a casa del abuelo. Los monumentos se iluminan, la gente pasea más deprisa debido al
fresquito del otoño y las terrazas se
vacían debido a l....... a la crisis digamos. Tarde de paseo y exposición.