Eva, Justo,
Marisol y Adrián
fueron los primeros conejillos de indias en mis primeras panorámicas, donde comencé a darme cuenta de la dificultad que entrañan estas fotografías con gente y con el uso de determinadas ópticas. Si ya es complicado controlar todos los
parámetros de una foto, cuando solo reflejamos una pequeña porción de lo que vemos, hacer esto en 360º lo complica 10 veces más. Las
panorámicas siempre me llamaron la atención, las he hecho siempre pegando las fotos ya reveladas ( incluso le
vendí una foto nocturna de la plaza de toros al
ayuntamiento ya hace 12 o más años, foto que se
utilizo como promoción en
Fitur y
demás. Por cierto, tras estar algún tiempo expuesta en la antigua oficina de turismo
desapareció y nunca más se supo de ella, en algún salón colgada estará) Pero
tenían el problema de la uniones entre las fotos.
La revolución llego cuando tras un viaje a
París me compre el libro de fotografías de
París en 360º del fotógrafo
Nick Wood, la 1ª foto del libro es retrato de una chica montada en su
bici a la entrada del museo del
Louvre....
uufff, una pasada.... y me dije, hasta que no consiga hacer fotos así no paro... y ya casi estoy... solo me falta la chica y el museo, la
bici ya la tengo...
jajaja...
Algún día, si la pasta me lo permite, publicare un libro parecido sobre
Béjar y la comarca.