Luis Martín, el fotógrafo que me enseñó

Si por alguien me inicie en esto de la fotografía, este fue mi hermano. Aficionado al arte de plasmar la luz en un negativo, comenzo su andadura de fotógrafo aficionado amediados de los 70. Tras comprarse una Zenit rusa y algún que otro manual de fotografía, fue adquiriendo la técnica ( ahora ya muy depurada) que le ha llevado a realizar grandes fotografías durante toda su vida.

Cuando era un niño me regalo una cámara de fotos werlissa, con óptica de plástico y tres posiciones de diafragma: sol, nubes y flash ( algo que resultaría muy complicado para muchas personas que hoy en día cogen su camarita digital y sólo saben apretar el disparador).
A la edad de salirme los pelos en el bigote, me presto la vieja Zenit ( a la cual se le abría la puerta por donde se colocaba el carrete y le fallaba el obturador hoy si, mañana también ) en fin como para aprender bien con este material, pero con esta cámara me explicó que era el foco, el diafragma, la velocidad de obturación, profuncidad de campo...etc, en fin la base de la fotografía.

A día de hoy trabaja como ingeniero y no se gana la vida con la fotografía, pero si vive para ella.

Los paisaje, los pueblos y las imágenes de montañas son las constantes en la mayoría de sus obras. Cientos de miles de fotos, la mayoría en diapositivas y ahora digitales, le sirven de entrenamiento para luego ganar algún que otro premio en concursos fotográficos y rallyes.
Aunque todavía se le resiste el 1º premio en el Rallye del otoño mágico ( haber si este año tiene suerte ).

Esta fue el 3º premio en el rallye otoño mágico del año pasado, pero como era la mejor, la eligieron para el cartel.